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NAJU, UN NIÑO YE’KUANA

Naju no quiere dormir es el título de un cuento infantil que publiqué en español en el 2020. Un año, que en mi opinión y a pesar de los avatares que nos deparó, fue un buen año para el libro, para la lectura y en particular, para la literatura infantil. Una tendencia que se ha mantenido hasta el presente.

Cartel anunciando la lectura del cuento en la Sala Infantil de la Biblioteca de Navarra, abril del 2021.

Para finales del 2022 Naju… apareció en euskera y Yanira Calvo, su ilustradora y Xabi Jaso, su traductor, lo celebraron con una edición especial en tapa dura. Para finales del 2024 apareció la traducción al inglés, a cargo de Erica Cusi Wortham, y esperamos que pronto podamos ofrecer las traducciones al ye’kuana, japonés e italiano.

Portada de la versión en euskera, traducción a cargo de Xavier Jaso.

http://firaeducacion.com/wp-content/uploads/2021/12/CALCO-25-v4-baja.pdf

Una de las cosas más emocionantes que nos ocurrió en el 2021, fue que el catedrático japonés, Jun Ishibashi, me invitara a dictar una conferencia sobre los ye’kuana y a leer esta obra infantil ante sus alumnas y alumnos de la Universidad de Rikkyo (Japón) donde es profesor. Ese mismo año, el Prof. Ishibashi también tenía la responsabilidad de elaborar el concepto gráfico y el contenido, de una de las publicaciones en la Universidad de Tokio y se decidió por la cestería ye’kuana, el pueblo indígena al que pertenece Naju. Así que en la portada de dicha publicación aparecen dos de las ilustraciones del libro, con su respectiva referencia, junto a unas fotografías de su colección de cestas ye’kuana y unos breves textos sobre cestería ye’kuana, en japonés e inglés.

Portada del PEAK Academic Handbook, de la Universidad de Tokyo, en la que aparecen dos de las ilustraciones de Naju.

Gracias a estas actividades el cuento ha despertado interés en Japón, donde lo adquieren en español y pronto en japonés; algo que hubiese sido impensable de ser publicado con una editorial local al estilo tradicional.

Naju no quiere dormir solo, es una obra corta, de menos de 40 páginas totalmente ilustradas, narrada en un lenguaje sencillo y directo que a su vez contiene algo de esos elementos simbólicos que caracterizan a la rica diversidad humana. Hay en ella muchas cosas no escritas, ni descritas, que se muestran a través de las imágenes y se asoman sugerentes entre las palabras.

El interior de una vivienda indígena.

Diseñado e ilustrado por Yanira Calvo Torres, una joven artista navarra, quien logra con una técnica mixta que simula el esgrafiado, imprimirle un carácter especial a Naju y a su familia. También a la selva, a la oscuridad y a sus otros habitantes reales e imaginarios.

Yanira durante en taller de creatividad infantil que ofrecimos en la Biblioteca de Navarra.

La narración aborda el tema de los miedos infantiles, desde la perspectiva del Método Montessori, según las pautas de crianza indígena, de las cuales tenemos mucho que aprender. Habla de afectos, saberes y miedos. Miedo a la oscuridad, a los ruidos de la noche, a dormir solo. Miedos que experimentan casi todas las niñas y niños del planeta, sea cual sea su lugar de origen o cultura y que generalmente están asociados con el destete o con la llegada de una hermanita o hermanito a la familia, .

Niñas ye’kuana. Fotografía cortesía de Carlos Conde.

Naju recibe un regalo muy especial como parte de uno de los muchos rituales de paso que cumplirá a lo largo de su vida, hasta llegar a la adultez. Un regalo que es fruto del trabajo y afectos de cada miembro de su familia y que será, el elemento central de un sencillo ritual doméstico que no cuenta con el alborozo colectivo de otros rituales, pero no por ello, menos importante en la vida de un niño o una niña indígena.

Tejiendo una hamaca o chinchorro de algodón, una tarea tradicionalmente masculina entre los ye’kuana. Fotografía de Barbara Brändli, Kanarakuni, años 60.

En este caso tomé como referencia al pueblo ye’kuana, un pueblo indígena de habla y cultura caribe que habita entre la Amazonia y la Guayana venezolanas, con quienes he trabajado el tema de la crianza y la educación indígena.

Beatriz Bermúdez con mujeres ye’kuana en la Amazonia venezolana. Fotografía Martín Alvarez, 1987. 

Cuando digo “caribe” me refiero a que el idioma ye’kuana pertenece a esa gran familia lingüística de América, asociada a su vez con una muy antigua tradición cultural que comparten con otros pueblos indígenas de la región Amazónica.

Familia ye’kuana durante una celebración. Fotografía cortesía de Oswaldo Lares.

No es la primera vez que escribo sobre la infancia entre los ye’kuana, ya lo hice cuando publicamos “Trama, mitos y cestería ye’kuana” (1988), donde incluyo un dossier sobre como las niñas y niños aprenden de sus mayores el arte de la cestería y la importancia que esta tiene en su educación y en su posterior vida social. Dossier que cuenta con las ilustraciones del desaparecido amigo Juan Rodríguez, y que unos cuantos años después se publicó como “Wiyu, la serpiente emplumada y otros mitos ye’kuana” (Alfadil 1994) y que también se divulgó en la Web como “Temeeni, un niño ye’kuana”.

Potada de Trama, mitos y cestería ye’kuana.

Actualmente, los ye’kuana son también uno de los pueblos indígenas más gravemente afectados por la minería ilegal y por la presencia de irregulares y narcotraficantes en su territorio. Un pueblo que se ha reconocido a sí mismo como los “no conquistados” y cuyo gentilicio y cultura están siendo seriamente amenazados.

Mi compromiso con este tipo de publicaciones infantiles es por tanto, promover el conocimiento, la comprensión y el respeto por el valioso legado cultural de los pueblos indígenas de Venezuela y otros países de América. De igual manera, contribuir con sus procesos de reafirmación étnica y defensa de sus derechos y territorios. ¡Sin tierra no hay cultura!

Beatriz Bermudez Rothe

Antropóloga, creadora multidisciplinar, escritora y editora venezolana.

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